Adoptando

enero 20, 2008 | |

Aullaba de frío cuando lo encontré.
Los hombres del pueblo habían matado a su madre y a la manada... estaba solo, necesitaba calor, leche tal vez.
Los otros se enojaron cuando dije que quería quedármelo, creyeron que era salvaje, que crecería y se comería a las gallinas, probaría la sangre y mordería niños, mujeres y abuelas...
Sin embargo, aún lo alimento con lo que encuentro... a veces le doy vino, para que duerma tranquilo.
Sigue buscando a su madre...
Lo entiendo...
A pesar de que yo le dé todo el cariño que en el mundo pueda ofrecerle... no puedo dominar su naturaleza de lobo, de animal nocturno, de colmillos blancos.

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