pedazos.

Estoy en el café con Enrique.
Platicamos de enfermedades gastrointestinales y yo tomo coca-cola.
Hoy caminamos mucho, cerca de una hora-dice Enrique.
El plan original era ir a tomar fotos al centro, pero nos desviamos y fuimos a buscar libros.
Yo veía el cielo y esperaba que lloviera. No llovió.
Enrique dice que fue bueno llevar las cámaras porque sintetizamos lo que son nuestras tardes juntos.

...

Mañana a las 12 de la noche me entero del dictamen de Enrique, hay un porcentaje alto a su favor, aunque aún tengo miedo de que no le vayan a aceptar.
Tengo ganas de estar en México con Vero y Marycarmen, ir al cine y librerías con ellas, tomarnos un té, usar suéter y ver la lluvia.
Tambien me veo en el departamento en Guadalajara, escribiendo en un diario, es de noche: Edurne hace tareas, Paulina vé la televisión, Enrique lee un libro o come una manzana.
Y yo, sentado en el piso, los observo mientras guardo memoria del proceso.
Sonrío.
Tengo fé en un futuro prometido, lleno de amigos, mi nueva gran familia, mis imágenes, mi amor.

Puede sonar a ensoñación, pero me agrada como se vé todo.
Tiene un filtro cálido.
Creo que hoy no voy a dormir, quiero terminar de leer una novela.

-fragmento de un cuaderno a las 10 de la noche 26 de Julio del 2008-