Se dedicaba a ser detective en sus 33 años.
No tenía esperanzas de casarse, sabía que le quedaba poco, que cualquiera de estos días en que pasara por la calle donde las vestidas comerciantes hacen mamadas por 100 pesos le iba a dar el ataque en el corazón durante el orgasmo.
Y moriría conciente, de que a sus 17 años alguien le leyó las cartas y le dijo que le amaba.
Y que lo rechazaría.
El Leitmotiv de su existencia hasta ahora habían sido los casos de divorcio y las evidencias para sacar mas dinero...
Se fumó un cigarro (de la última vez que intentaría dejar de fumar) Entró al carro, lo arrancó.
Y se dirigió al destino inminente, solitario como siempre.
Anécdota
noviembre 10, 2007 | | . Cuando Llueve, Día Pena
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