Llega el momento en que no sabes que hacer...
Los ojos te lloran a cada rato y la cabeza empieza a palpitar. Las manos tiemblan, el corazón se apaga...
Te urge dormir y la piel parece levantarse como hoja seca.
Llega este momento y te sientes feo, irremediable. Te sientes monstruo...
Indigno. Incluso.
Te sientes desperdicio y dices:
Tal vez deba ponerme a dieta, correr en las mañanas tambien. Es hora de que la salud... regrese a casa.
Cambios
febrero 03, 2008 | | . Día Pena, Pseudocorolario
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2 comentarios:
Bien que te entiendo, mi gatito.
wow,está muy entretenido tu blog...perdón por andar leyendo donde no me llaman."cambios" me gustó mucho y me identifiqué en demasía,jaja.saludos!
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